Quizá habéis visto la imagen de aviones Spitfire ingleses con barriles de cerveza bajo las alas como si fueran bombas o depósitos de combustible. Es una de las imágenes icónicas de la Segunda Guerra Mundial (WWII). Ésta y otras ocurrencias se llevaron a la práctica para llevar cerveza al frente y subir la moral de los combatientes aliados. Vamos a recopilar algunas ideas alocadas por tierra, mar y aire. Empecemos en orden inverso, por el aire.
Hace tiempo leí un artículo sobre el envío de barriles de cerveza cogidos bajo las alas de los aviones militares como bombas, destinados a las tropas aliadas que luchaban en Francia durante la WWII. Los soldados aburrían la sidra aguada que se producía en el territorio francés después de años de conflicto.

Resulta que era una preocupación de todos los frentes. En el pacífico se planificaron 10 barcos cervecería de los cuales uno de ellos entró en servicio (lo podéis leer en la segunda parte de este artículo Cerveza por tierra, mar y aire en la WWII (2)). Y en el sudeste asiático, cervecerías móviles sobre camiones (dejo el enlace a la última parte Cerveza por tierra, mar y aire en la WWII (3)). Unos y otros para subir la moral de los reclutas.
La justificación de los distintos casos es similar: la cerveza como impulsor de la moral militar; la garantía de un producto elaborado o suministrado por militares frente a los riesgos de envenenamiento de los acuíferos y otros abastecimientos por parte del enemigo; fábricas cerveceras fuera de servicio en los territorios reconquistados, reconvertidas a la industria militar o con el equipamiento saqueado; dificultad para hacer llegar en condiciones a los frentes la cerveza elaborada en los países de origen de los combatientes.

En Europa después del día D, proveer a las tropas desembarcadas en Normandía era un reto logístico donde no tenía cabida la cerveza u otros lujos. Ante la demanda de los soldados algunos pilotos encontraron la forma de hacerles llegar cerveza provista por cerveceras inglesas.
Por ejemplo en la Black Eagle brewery se exponía un barril con un cartel que proclamaba: “Este Cask conteniendo Westerham Bitter voló a Francia el día D, 6 de junio de 1944, por la Royal Air Force”.
Es probable que el escuadrón 412 con base en Biggin Hill, cerca de Londres, hicieran el primer ‘drop-tank beer delivery’ en Normandía desde el campo de Tangmere, más cercano al canal de la Mancha, el 13 de junio de 1944 en vez del mismo día 6. Westerham brewery se hallaba a 50 millas del campo.

Ésta es una de las historias recogidas con considerable detalle en el capítulo ‘Putting Beer in Spitfire Fuel Tanks’ del libro ‘Strange Tales of Ale’ escrito por Martyn Cornell, del que parecen basarse muchos otros artículos.
Las primeras pruebas de suministro aéreo fueron con los versátiles cazas Spitfire y Typhoon del escuadrón 332 (Noruegos), los 412 y 416 (Canadenses) o el ala 123 (Nueva Zelanda) una semana después del día D, el 12 o 13 de junio de 1944.
Se limpiaron con vapor los depósitos de 45 y 90 galones (170 y 340 litros) de combustible adicionales que se colocaban bajo las alas para ampliar la autonomía de los aviones y se llenaron con cerveza. En las primeras entregas la cerveza sabía a petróleo y metal, pero aún así la iniciativa fue popular y los vuelos empezaron a conocerse como pubs voladores (flying pubs).
Los americanos del 13º escuadrón del USAAF copiaron la idea con los depósitos de casi 600 litros (150 galones) de sus P-47 Thunderbolt.
Y la misma historia se cuenta del 65 escuadrón que operaba caza-bombarderos americanos P-51 Mustang, cuando el 27 de junio de 1944 fueron destinados al campo de Martragny cerca de Bayeux. Trajeron dos depósitos de 75 galones (casi 300 litros) cada uno, uno de mild y otro de bitter presumiblemente de Page & Overton brewery.

Otra solución de los pilotos del ala 131 de la RAF (Polacos) fue enganchar directamente a los bastidores los barriles de cerveza de 9 y 18 galones (35 y 70 litros aproximadamente), los tradicionales casks de madera.
Y más tarde añadieron unos conos de metal para hacerlos aerodinámicos. Esta instalación se conoció como Mod XXX Depth charge. Curiosamente la ‘Triple X’ también se refería a la Mild ale y como se ve en alguna foto se marcaban así los depósitos.
Posteriormente algunas cerveceras diseñaron depósitos para este uso.

Si se encontraban en apuros ante aviones enemigos, los pilotos podían expulsar los depósitos o los casks cargados. Aunque como comentan, entonces deberían enfrentarse a otro tipo de problemas al volver a la base.
Otros consiguieron colar cerveza en aviones de transporte que llevaban correo, periódicos, repuestos u otros suministros. Un comandante del ala 127 (Canadenses) consiguió que a diario un bimotor Anson llevara a St. Croce una cantidad razonable de stout del pub Unicornio de Chichester.

Los envíos se produjeron hasta mediados de agosto de 1944, cuando el suministro organizado por parte de la NAAFI sustituyó a los flying pubs.
La Navy, Army and Air Force Institutes (NAAFI) fue creada por el gobierno británico en 1920 para gestionar los establecimientos recreativos que necesitaban las Fuerzas Armadas Británicas y para vender bienes a los militares y sus familias. En abril de 1944, la NAAFI regentaba 7.000 cantinas, quizás sería menos equívoco llamarles comedores, y disponía 96.000 efectivos.
En noviembre de 1944 el gobierno inglés cuantificaba que el 5% de la producción nacional de cerveza se dedicaba al abastecimiento de las tropas de ultramar.
Quien iba a decir que disponer de cerveza en óptimas condiciones fuera un aspecto determinante de las operaciones militares en los frentes de combate.
Si desea leer la segunda parte del artículo, trata de la fabricación de cerveza en los barcos de entretenimiento que planificó la Navy inglesa. Aquí tiene el enlace Cerveza por tierra, mar y aire en la WWII (2).
Y la última parte del artículo, por tierra, cervecerías móviles sobre camiones Cerveza por tierra, mar y aire en la WWII (3).
Para saber más:
Capítulo ‘Putting Beer in Spitfire Fuel Tanks’ en el libro Strange Tales of Ale de Martyn Cornell
You won’t believe this one weird trick they used to fly beer to the D-Day troops in Normandy