Estas pasadas semanas tuvieron lugar las jornadas de presentación del Clúster Craft Beer. Se materializa el proyecto aglutinador que conocimos por Joan Rota (presidente del Clúster y socio cofundador de Art Cervesers) en los lejanos inicios de 2018 en el transcurso de un encuentro gastronómico en Can Partegàs.

Los pasados 19 y 26 de noviembre se realizaron las jornadas informativas del Clúster Craft Beer con la presentación de los diversos proyectos en los que participa (económicos, agrícolas, culturales, educativos, turísticos, gastronómicos, etc.) y que daban el pistoletazo de salida a las visitas guiadas al obrador y degustación en el taproom de las cervezas elaboradas en el Clúster, en el recinto de Can Malé, en Lliçà d’Amunt. Vista la amplia presencia de elaboradores y agentes relacionados con el mundo cervecero cabe esperar la exitosa consolidación del Clúster y un impulso a las colaboraciones, ideas y oportunidades de negocio que puedan surgir.
¿Por qué en Lliçà d’Amunt?
Para tratar de explicar que es un clúster y como es que se ha constituido en Lliçà d’Amunt un clúster cervecero que dispone de unas instalaciones insólitas por su capacidad y posibilidades, quizá deberíamos remontarnos veinte años atrás para encontrar el evento que posibilitó la génesis del Clúster Craft Beer.
En el año 1999, la empresa textil barcelonesa Mango adquirió un centenar de hectáreas de suelo urbanizable comercial en la zona de Can Montcau, a un kilómetro del núcleo urbano de Lliçà d’Amunt, para construir un gran centro logístico. Después de un intenso debate ciudadano y político, en 2008 se aprobó la Modificación del Plan General de Ordenación Urbana en el ámbito de Can Montcau para introducir, también, el uso industrial. En 2009 se aprobó el Plan parcial que incluía el sector discontinuo de Can Malé, en el norte del casco urbano, donde se ubica la empresa Biokit, que se trasladaría al nuevo sector industrial.
Biokit, una de las cabeceras del grupo internacional de la diagnosis Werfen, crecía de forma continuada año tras año y la zona de Can Malé, donde se había implantado en 1986, no permitía aumentar los metros cuadrados construidos. En la nueva sede en el polígono industrial de Can Montcau dispondría de espacio para completar su potencial de crecimiento.
En febrero de 2017 las instalaciones de la empresa Biokit en Can Malé pasaron a ser propiedad del Ayuntamiento de Lliçà d’Amunt fruto del proyecto de reparcelación aprobado en 2010 y del plan urbanístico iniciado en 2012 que permitió el desarrollo del sector de Can Montcau.

En Can Malé permanecían desempleados 17.000 metros cuadrados de instalaciones en varios edificios y espacios no edificados dentro de una finca de 14 hectáreas de bosques y campos de cultivo, que son zona verde. Como dice el convenio, “se trata de un equipamiento poco común, un espacio industrial insertado en la trama urbana del municipio de Lliçà d’Amunt, y al mismo tiempo ubicado en un paraje de un notable valor paisajístico, en el que se desarrollan también actividades agrícolas”.
El Ayuntamiento de Lliçà d’Amunt tenía intención de trasladar servicios municipales a Can Malé, pero sin ocupar la totalidad de los 13.000 m2 construidos y ofreció espacio a entidades locales culturales y sociales, al tiempo que buscaba una utilidad empresarial.
¿Por qué un centro de cerveza artesanal?
Durante la presentación del Espacio Municipal Can Malé, Eulàlia Clos, directora general de E2C Consulting explicó que se pretendía: “Dar a las instalaciones un uso estratégico en beneficio de la población del municipio, una segunda vida que fuera dinamizadora de ocupación y turismo, a poder ser un nuevo uso o actividad vinculado al sector primario y que debería potenciar programas de formación para la población y servir de base para establecer programas de colaboración e investigación con universidades. Un núcleo empresarial, núcleo de actividad, orientado a un solo sector, donde se crearan una serie de sinergias. Que pudiera disfrutar de las instalaciones existentes, de las naves, como de su entorno, zonas verdes y montaña”.
La alternativa que cumplía todas las condiciones era un centro de cerveza artesanal.
Algunos datos que justificaban la decisión eran:
- El consumo de cerveza artesana en España representa sólo un 1% del total de consumo de cerveza. En Italia es el 3,5%, en Alemania el 10% y en EE.UU. 15%. Los aumentos anuales del 40% en nuestro país evidenciaban el potencial de crecimiento de este sector.
- Cataluña reúne al 26% de los productores de cerveza artesana del Estado, un centenar de productores repartidos por todo el territorio. Empresas pequeñas, con objetivos, necesidades y problemáticas muy similares, y con una gran dificultad para afrontarlas de forma independiente.
- La integración del sector de la cerveza con el sector primario y el colectivo de campesinos de la zona, que podían cultivar la materia prima, tales como el cereal y el lúpulo que son básicos para la fabricación de cerveza.
- Por otra parte, la cerveza artesana está altamente vinculada al gremio de la hostelería y proyectos como presentación de producto, maridaje, potencial turístico y gastronómico.
- Actividades educativas, sociales, culturales y económicas vinculadas a toda la cadena de valor del sector y que podrían generar sinergias con ciertas actividades del municipio, como la agricultura, el comercio, la hostelería y el turismo.
- La planificación e instalación de diversas empresas y una fábrica de uso compartido, daría pie también a la instalación de un laboratorio para el análisis del producto final y del proceso productivo con vínculos directos con universidades, laboratorios y centros de investigación.
¿Qué es un clúster?

Inicialmente se planteó la creación del Consorcio Catalán de Cerveza Artesana con la participación como mínimo del Ayuntamiento de Lliçà d’Amunt, Barcelona Beer Company (Goodbeer SL) y Art Cervesers (Cervebrew SL). Pero al no encontrar encaje legal la fórmula del consorcio público-privado se optó por un convenio con un cluster del sector cervecero, para que asumiera la gestión de forma directa. Así que en septiembre de 2017 se constituyó la asociación sin ánimo de lucro Clúster Craft Beer.
Los socios fundadores del Clúster son Black Lab (Black Lab Brewery & Bristo SL), Barna – Brew (Barna – Brew SL), 2D2Dspuma (Dos dedos de Espuma SCP), Beer Box (The Beer Box Comany, SL), Llúpols de Can Tarrats (Albert Vilardell), Art Cervecers (Cervebrew SL), Beer Events (Beer Events SL), Arola Hitsein (Arola, Aduanas y Consignaciones SL), Envaso (Grupo Marxa Comunicación SL).
Un clúster es una concentración de empresas e instituciones que se relacionan en un mismo ámbito territorial y desarrollan un determinado producto, que compiten en un mismo sector económico y que comparten características comunes y complementarias. Con esta economía de aglomeración, las empresas colaboran en lo que les es común, comparten recursos, capacidades, experiencias y conocimientos, pero sin dejar de competir a la vez, ya que lo que se promueve son productos de distinción y de calidad. Los clústers desarrollan la investigación y la capacidad para innovar, la formación técnica especializada en torno al producto fabricado y su productividad.
El 22 de marzo de 2018 se aprobó el Convenio de colaboración para la cesión de espacios a Can Malé, y el 25 de abril de 2018 se firmaba el acuerdo con el Clúster Craft Beer para asignarle las naves 3 y 4, que suman 8.500 m2.

El convenio tiene una duración inicial de 35 años, prorrogables automáticamente por períodos sucesivos de 5 años.
El Clúster tiene por finalidad principal, según sus estatutos, la consolidación como sector económico de la cerveza elaborada por pequeñas empresas independientes, promoviendo su competitividad, así como el resto de empresas de toda la cadena de valor, y por su desarrollo , son finalidades específicas de la asociación:
- Fomentar la colaboración entre empresas, organismos e instituciones públicas y privadas, Universidades y centros de investigación.
- La promoción de actividades de investigación + desarrollo + innovación, tanto en aspectos técnicos como de mercado.
- Fomentar la realización de proyectos por parte de sus asociados y la búsqueda de recursos para la realización de los mismos.
- Promover la formación y capacitación profesional de las empresas y trabajadores.
El Plan de Actuaciones contempla: proyectos de investigación, desarrollo e innovación; financiación y protección de la innovación; incubadoras de proyectos industriales; conocimiento técnico del mercado; cooperación y transferencia de conocimiento entre socios; interacción con otros clústers y asociaciones; organización de jornadas técnicas; internacionalización; reflexión y estrategia; formación, captación y desarrollo de talento; promoción de actividades de divulgación; creación de un comité de ética profesional capaz de arbitrar en conflictos entre sus socios.
¿Qué actividades realiza el Clúster?

Entre los compromisos del clúster destacan la instalación de una microcervecería, espacio para la elaboración de cerveza con criterios de eficiencia y sostenibilidad, para dar servicio a las empresas del sector de forma que les permita aumentar sus capacidades productivas; el establecimiento de un laboratorio destinado a dar servicio a la microcervecería; instalación de diferentes despachos o salas destinadas a los espacios administrativos para las empresas que se establezcan en las instalaciones de Can Malé y para otras entidades y asociaciones; llevar a cabo actuaciones con el fin de promover el cultivo del lúpulo en el municipio y comarca; el establecimiento de una alianza con los campesinos locales por el cultivo de variedades de cebada, trigo y otros cereales que se puedan incorporar al proceso cervecero; promover la creación de un espacio de formación destinado a los actuales y futuros empleados de las empresas del sector; promover la creación de un espacio destinado a la consulta y la documentación, dotándolo de material bibliográfico, audiovisual, entre otros; emprender las acciones que estén a su alcance para la creación de un producto turístico basado en visitas a las instalaciones, catas, cursos para profesionales y aficionados y actividades gastronómicas; promover la realización de ferias y festivales temáticos; etc.
Estos compromisos son ya una realidad:

En la fábrica se ha combinado la maquinaria de los artistas cerveceros de Can Partegàs (masía que recuperaron de un estado ruinoso conservando el uso agrícola de los campos que le rodean, pero incompatible con su crecimiento y que inicialmente querían conservar por la difusión de la cultura cervecera y la experimentación, y que finalmente tuvo un alquiler prohibitivo) y la del reptiliano Isaac Beltrán (como él dice, ‘después de una serie de infortunios’, en forma de incendio de sus instalaciones del Vendrell), con la guía del finalista del premio Steve Huxley del BBF y pionero Guzmán Fernández, y Los Bucaneros envasando en un espacio contiguo dentro del clúster, donde llegan las canalizaciones de cerveza de la fábrica.

Ya hemos podido probar y comprar cervezas elaboradas en el Clúster de la marca Reptilian Brewery, Art Cervesers, Zulogaarden, Submarina Brewing y Ex Nihilo Brewing.
Entre las actividades en sus espacios abiertos a iniciativas del sector se han realizado la Feria Tenes (la Feria Multisectorial El Valle del Tenes) con sus jornadas de Networking, talleres de Descriptores en la Cerveza en colaboración con la Universitat Rovira y Virgili, presentaciones de empresas asociadas al Clúster, sesiones de cata del concurso Barcelona Beer Challenge bajo el paraguas del BBF (Barcelona Beer Festival) y se ha establecido como lugar de encuentro de grupos de cata, la puesta en marcha de un taproom (a la espera de concretar la oferta gastronómica), visitas guiadas a la fábrica del Clúster y cata de las cervezas que se elaboran.

El Clúster participa en un proyecto para recuperar hasta 45 variedades de cereales antiguos principalmente para usos cerveceros con el Espigall y el Espai Rural de Gallecs, y el proyecto de Recuperación, cultivo y uso de cereales tradicionales en la industria cervecera tradicional en colaboración con la Universitat Rovira i Virgili. Participación en diversas líneas estratégicas y acciones del Plan estratégico de dinamización agrícola del Valle del Tenes.

Colabora con la Escola Sant Gervasi en varios cursos de temática cervecera de capacitación profesional. Y en actividades en la Biblioteca Ca l’Oliveres. Más las actuaciones con el Ayuntamiento para promover el cultivo de cereal y lúpulo como en el terreno de Can Dunyó. Apoyo al BirraFest, la Feria de la Cerveza Artesana de Montornés, etc.
Toda la cadena de valor de la cerveza artesanal puede formar parte de Clúster, todas las actividades necesarias para crear el producto: campesinos; productores de materias primas; malterías y empresas de procesamiento de lúpulos, así como las empresas que las comercializan; fabricantes y distribuidores de envases y embalajes; cervecerías; laboratorios y centros de control; distribuidores, vendedores, prescriptores, bares, restaurantes y otras empresas organizadoras de actividades vinculadas con la promoción y comercialización de la cerveza artesanal. Además, sectores auxiliares como: maquinaria; servicio y dispensación; logística; centros de investigación; universidades, escuelas y centros de capacitación profesional; gremios y asociaciones empresariales; entidades y administraciones públicas.
Una quincena de empresas se han asociado ya. Si desea contactar con el Clúster Craft Beer: https://www.facebook.com/CraftBeerCluster/about
Algunas imágenes de las jornadas informativas:


Para saber más:
Presentació de l’Espai Municipal Can Malé i del Clúster Craft Beer (part 1)
Presentació de l’Espai Municipal Can Malé i del Clúster Craft Beer (part 2)
Estudi estratègic de dinamització agrícola de la Vall del Tenes
Sector d’activitat econòmica de Can Montcau 2011
Sector d’activitat econòmica de Can Montcau 2010
Informat núm. 220 de 2018. El clúster de la cervesa artesana comença a funcionar a Can Malé
Escola Sant Gervasi. Col·laboració amb Clúster Craft Beer
Cursos capacitació professional
Fira del Vall del Tenes a Lliçà d’Amunt